La venta remota implica un buen manejo de los datos e información relativa a nuestros clientes. En el caso de que no se realice correctamente, nos exponemos no solo a la pérdida de consumidores, sino a ver mermados nuestros beneficios.
Cada día manejamos un incalculable número de datos y un gran volumen de información, sobre todo si nos dedicamos a la venta a distancia: online o telefónica. Desde el primer contacto con los consumidores hasta el cierre de la transacción comercial, empleamos números de teléfono, nombres, direcciones, cifras de consumo, informes de hábitos y preferencias y muchos otros detalles sobre nuestros clientes.
Un buen tratamiento de todo esto, puede ayudarnos con nuestras ventas, mientras que uno malo derivará directamente en desventajas para nuestro negocio tales como la pérdida de clientes, el descenso en los beneficios o el aumento de costes asociados a las operaciones, entre otras.
Recientes estudios afirman que los errores más comunes en la gestión de los datos se producen en la atención telefónica y en la facturación tras la venta. Esto hace que aumenten alrededor de un 15-20% los problemas que respectan a los cobros, la facturación y los envíos, puntos clave en la relación con nuestros consumidores.
Hay muchas vías para mejorar el tratamiento de los datos de nuestros clientes, pero aquí os dejamos cuatro aspectos fundamentales a tener en cuenta para optimizar el manejo y evitar los problemas derivados de un mal empleo:
Conocimiento. En primer lugar debemos conocer la legislación que afecta tanto a nuestra actividad como al sector en el que estamos operando. La base reside en la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de diciembre de Protección de Datos de Carácter Personal, que aclara cómo debemos obrar con respecto a la información recabada sobre nuestros clientes. Además, tenemos que saber cómo adecuar nuestro trabajo a toda la normativa que nos afecte.
Personal. Los profesionales que presten sus servicios para nuestra compañía (internos o externos) deben estar formados y preparados para hacer una buena gestión de todos aquellos datos a los que tienen acceso, para no incurrir ni en errores ni en mala praxis. Contar con personal cualificados es básico en cualquier compañía, pero más aún en aquellas que operan con información de terceros.
Sistema. La mejor recomendación que podemos hacer, para sumar a los puntos anteriores, es la de establecer una metodología de calidad para el manejo de la información, que incluya revisiones periódicas del sistema y actualizaciones en la operativa para evitar los problemas anteriormente mencionados.
Tecnología. Otra baza por la que sin duda hay que apostar es la tecnología. Implementar los mejores sistemas tecnológicos para el tratamiento informatizado y la actualización de los datos es clave para el buen funcionamiento en la gestión de la información que se maneja de los clientes.
Para cualquier negocio basado en la comercialización de productos o servicios, los datos de consumidores son la base del éxito y pero también lo es una utilización adecuada y respetuosa de los mismos.